martes, 21 de agosto de 2007

Sueño nº1




Noche de 30 grados centígrados. Cielo despejado completamente, aunque las nubes son como niños e impredecibles.
Avenida de Mayo iluminada a más no poder, con faroles que parecen soles de tamaño pocket. Gente sentada en sillas descartables, una pantalla gigante, proporcional a la grandeza del falo de Corrientes y 9 de Julio.
Juana Molina sonando de fondo, con un fondo azul brillante que robó del mar.
Yo, en un balcón con William, sobre la avenida iluminada. Un balcón antiguo, chico, de esos que se ven en teatros muy serios. El ambiente era denso, porque yo no tenía mi morral.

El balcón estaba ubicado en un edificio de habitaciones similares. Dentro de la habitación de dicho balcón se abría un piso marmolazo, a cuadros blancos y negros. Siguiendo el cuarto, eran seculares las columnas que sostenían el cielo raso decorado con candelabros también antiguos. Y yo seguía sin mi morral.

Las escaleras descendían hasta un suelo de madera que seguía el rastro hasta un escenario iluminado por oro, luz de piedras. Sus respectivos actores se repartían en la superficie. En otros cuartos, el ambiente era otro completamente. Habitaciones de techos altos, piso de maderas. La humedad se había sabido expresar casi artísticamente en los techos, cuando se extendían los dibujos por todas las plataformas posibles. El olor lúgubre de la casa de un muerto se asemejaba mucho a ésta.

Volviendo al exterior, un trapecio se coqueteaba con la gente de los balcones, y me incluyo.
Juana Molina se veía pésima desde nuestra perspectiva. Decidimos esperar a Martín, que llegaba con una camisa azul, cuadrillé, subiendo por unas escaleras angostas.
Nos colgamos los tres del trapecio, y, a pesar de lo graciosa, bizarra e idiota que pareciera la imagen, era lo último que se nos habría ocurrido en ese momento. El trapecio nunca llegó al otro lado de la calle, y nosotros quedamos atrapados en el medio, a una altura bastante considerable. Y yo seguía sin tener mi morral.

3 comentarios:

Machu Pichu dijo...

no hay que ser ingenuo, no hay que andar dejando links, porque despues uno se topa con firmas no necesariamente bienvenidas.

tu morral lo tengo yo.

Machu Pichu dijo...

Aclaraciones para el rockstar de la foto.

Quiero darte la tranquilidad, para que no te sientas tan acorralado, molesto u observado, que lo último que te perteneció en ese blog fue ¿publicado? el 12 de marzo. Eso para empezar, digo, para que no creas que ando fotografiandote disfrazada.

-De tus chombas yo también prefiero no hablar. De todos modos, viendo que leiste textos anteriores, ese era más para la bicicleta que para vos. Pero en fin, en ese momento cualquier cosa mía era para vos, yace ahi lo insalubre.
-El gris... gracias por la información, hace unos meses te hubiera pegado por haber notado eso.
-Nunca pedaleamos, aunque creo que vos y yo lo entendemos de formas distintas. O más bien yo no entiendo qe es para vos pedalear de a seis, o que es para vos que yo crea que hayamos pedaleado de a seis. Pero, en serio Patricio, nunca pedaleamos, porque el mero hecho de pedealear implica movimiento, y nosotros no pudimos ser más estáticos.
-No hay taxis, ni hombres, ni nada, está bien de todos modos. No pretendo tanto.
-Yo no usaría la palabra gratificante, no me gusta. Pero sería lindo verte. No sé si tocando, pero verte. Y si, no pretender que no nos conocimos, porque vaya si habrás conocido vericuetos míos, vaya si me habré conocido a mi conociendote, y más aún en los momentos en los que te desconocí por completo.

María.

Machu Pichu dijo...

voy a proceder a agregarte a mi msn, no tanto como invitacion, mas bien como una declaracion de tregua, .